Al menos 1.033 personas murieron en Pakistán, entre ellas 348 niños, producto de las fuertes lluvias e inundaciones, informó el domingo la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA) del país.
En las últimas 24 horas murieron 119 personas y 71 resultaron heridas, mientras que desde mediados de junio, otras 1.527 resultaron heridas.
Cerca de 33 millones de personas se han visto afectadas por la catástrofe, según declaró el jueves la ministra de Cambio Climático de Pakistán, Sherry Rehman. Calificó las inundaciones de «sin precedentes» y «el peor desastre humanitario de esta década».
«Pakistán atraviesa su octavo ciclo de monzones, mientras que normalmente el país solo tiene entre tres y cuatro ciclos de lluvias», dijo Rehman. «Los porcentajes de los torrentes de superinundaciones son impactantes».
Destacó en particular el impacto en el sur del país, y añadió que se llevan a cabo los «máximos» esfuerzos de ayuda.
El despliegue del ejército fue autorizado para ayudar en las operaciones de auxilio y rescate en las zonas afectadas por las inundaciones, informó el viernes el Ministerio del Interior del país en un comunicado.
El ministerio indicó que los soldados ayudarían a los cuatro gobiernos provinciales de Pakistán, incluida la provincia suroccidental de Baluchistán, la más afectada.
El número exacto de tropas, así como el lugar y el momento en que se desplegarán, se acordarán entre las provincias y el gobierno, dijo el ministerio.
Mientras tanto, se establecen centros de ayuda por las inundaciones en varias partes del país para ayudar a recoger, transportar y distribuir los bienes de auxilio a las víctimas, dijeron las Fuerzas Armadas de Pakistán.
Desde mediados de junio, cuando comenzó el monzón, más de 3.000 kilómetros (1.864 millas) de carreteras, 130 puentes y 495.000 viviendas han sufrido daños, según el más reciente informe de situación de la NDMA, cifras de las que también hace eco el informe de la OCHA.
Cortesía de CNN